En la población de gaviota patiamarilla del Parque Nacional de las Islas Atlánticas he detectado una actividad que me ha llamado curiosamente la atención.
A la hora de la puesta de sol, la colonia se excita levantando el vuelo como despidiéndose del gran astro, en una actitud como de querer mantener ese momento durante más tiempo. No existe una explicación científica para ello, o al menos yo no la he encontrado.
Lo único que tranquiliza mi mente es el pensar que solamente eleven su vuelo para continuar disfrutando de la mágica luz de la escena y de paso conservar los últimos grados de temperatura que desprende antes de la fría noche.
Isla de Sálvora, PNIA